En estos tiempos de coronavirus y de pandemias que limitan el acceso presencial al mundo de las pruebas y del casting, se presentan también nuevas oportunidades y formas de establecer contacto entre los actores y actrices y los directores de casting y la productoras. El SELFTAPE se convierte por tanto en una doble herramienta de trabajo: por un lado es un medio que permite a los actores acceder a las primeras fases de un proceso de casting y por otro lado es también algo muy útil a la hora de continuar entrenando y de mantener engrasada la maquinaria interpretativa del actor ante una cámara.
Para la los directores de casting como yo, supone una valiosísima herramienta que bien utilizada puede agilizar enormemente el trabajo en un proceso de selección de actores y actrices.
Aún así, el SELFTAPE presenta una serie de problemas importantes. Por un lado, esta claro que nunca podrá sustituir a la prueba presencial en el sentido de que esta última siempre va a ofrecer muchas más oportunidades al actor de mostrar sus habilidades y forma de trabajar. Está claro, que el encuentro cara a cara entre el director de casting y el actor es la forma ideal de desarrollo de un proceso de casting pero en las primeras fases puede facilitar a los aspirantes a un personaje el acceso a estas pruebas. En este sentido el mayor problema que plantea la grabación de un selftape a todo actor es que muchas veces éste no tiene claro que criterios aplicar a la hora de valorar de un modo objetivo su trabajo. Por ejemplo, qué toma elegir entre las que ha grabado. En definitiva, enfrenta al actor con su propia autonomía al no haber nadie que dirija la grabación de la prueba. Así, muchas veces los actores y actrices se encuentran un poco perdidos: el seltape les plantea problemas no solo a nivel técnicos sino también de autovaloración de su propio trabajo y en último instancia del conocimiento que puedan tener acerca de sí mismo (la autoimagen).
Por supuesto, una cosa que no podemos olvidar es que un selftape es una grabación que hace el propio actor con sus propios medios pero siempre, es un trabajo ante una cámara ya sea la webacam del ordenador o bien la del móvil. Por tanto, está claro que regirán los mismos principios que en cualquier trabajo audiovisual.
En este sentido las formaciones online que se están planteando en los tiempos que vivimos ofrecen a los actores una importante posibilidad de entrenarse en este tipo de trabajo. Esto es lo que estoy observando en los diferentes monográficos online que estoy impartiendo en estos meses en diferentes entornos y escuelas. Y veo que el objetivo máximo al que se puede aspirar en este tipo de formación es conseguir aumentar el nivel de autonomía en el trabajo interpretativo y, no sólo, a la hora de grabar por cuenta propia una secuencia, sino también, a la hora de trabajar delante de una cámara. Es imprescindible que los actores y actrices desarrollen su criterio propio y autónomo. Este les permitirá realizar mucho mejor su trabajo cuando por ejemplo no puedan contar con la mirada experta de un director que les guíe en su trabajo.
También he hablado en párrafos anteriores del tema del entrenamiento constante y necesario al que tiene que estar sometido un actor. Como sabemos todos, la maquinaria expresiva se oxida y comienza a no ser tan eficaz cuando pasan periodos largos en los que no se pone en marcha. Los entrenamientos que ofrecen las escuelas son, por un lado, un lugar idóneo para este tipo de trabajo constante. También está el trabajo que cada actor puede hacer en su propia casa, abordando diferentes secuencias a través del selftape. Por supuesto, es insustituible la guía que pueda hacer cualquier director o profesor de interpretación audiovisual. Siempre, está en última instancia, el ojo ajeno experimentado como la forma más idónea de realizar este tipo de entrenamientos, pero, mientras tanto, es muy positivo no parar el funcionamiento de la maquinaria interpretativa y los selftapes se convierten en una herramienta muy útil.